Condenados

ℂ𝕆ℕ𝔻𝔼ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊 Querido lector, esta no es una historia de amor, o quizá, dependiendo que tanto creas que el amor duele, y que después de un tropiezo uno no entiende, quizá la piedra no era el problema, si no uno. Quien diría que el amor de tu vida, llega después del error que casi te cuesta la misma. Si me preguntas que siguió después de "Un narcisista, el amor y yo" te diré que sigue una búsqueda de si...
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ℂ𝕆ℕ𝔻𝔼ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊
Querido lector, esta no es una historia de amor, o quizá, dependiendo que tanto creas que el amor duele, y que después de un tropiezo uno no entiende, quizá la piedra no era el problema, si no uno.
Quien diría que el amor de tu vida, llega después del error que casi te cuesta la misma. Si me preguntas que siguió después de "Un narcisista, el amor y yo" te diré que sigue una búsqueda de si misma, de sentir que debes encontrar el amor porque el tiempo se acaba, como si tuvieras un cronómetro y en cada tic tac hay menor posibilidad de encontrar el amor.
Porque creemos que el amor de tu vida es ese príncipe azul que llega a protegerte de todo, que no te hará más mal y que con él ya nada dolera, que la verdadera historia comienza después de la boda, pero en realidad no, en nuestra vida no hay un Chuck Bass que nos lleve petunias rosas, ni un príncipe de cuento de hadas que te amé porque te quedó la zapatilla de cristal, la verdad es otra, ni el príncipe es azul, ni las rosas se dan si no es para pedir perdón.
Lo sé muy bien yo, que viví en una jaula de cristal sin darme cuenta, que conocí al amor de mi vida después de casarme con la promesa de "Hasta que la muerte nos separe" y el problema solo fue uno, que me case enamorada, y enamorados no pensamos, nos vamos como gorda en tobogán y cuando nos enamoramos
también nos volvemos pend3jos y ese es el problema que casi siempre nos lleva a partirnos el corazón.
Así que un día te das cuenta que viviste el duelo durante el matrimonio, que ya no estás enamorada, que un extraño puede hacerte sentir mariposas de nuevo y que la entrepierna puede mojarse más si es prohibido, que la libertad nos hace ruido y que es más rico morir en brazos de un demonio, aunque esté demonio solo te quiera mientras te le antojes.
Después de una relación tortuosa viene la búsqueda de lo correcto, de salvarte sola, de invéntate cuentos dónde tú eres el dragón y te comerás a ese hombre que no creé en el amor, que no será tu refugio, solo quiere diversión.
Está es la historia de una mujer perdida después de un narciso, encontrada por un demonio, uno que besaba mejor cuando sabía que no había compromiso, pero que no contaba con terminar enamorado.
Porque a pesar de estar rota volvió a apostar al amor, después de todo quien puede resistirse a ese mal horrible, a esa tortura deliciosa de morir en brazos de otro amando.